UN CAMBIO DE PARADIGMA INMINENTE


Se supera el nihilismo con la confianza plena, que permite dejar en el camino las muletas emocionales que subrepticiamente ofrecen las creencias; este es el superhombre de Nietzsche o el hombre como medida de todas las cosas de Protágoras o el hombre libre de Aristóteles.

El buscar este estado de ser y pensar viene desde los antiguos presocráticos, es retomado por los lúcidos sofistas y encuentra tierra fértil en los estados modernos laicos y de derecho.

Un eco de la antigua Grecia recorre el mundo, vuelven las tres Gracias de la democracia: Libertad, Igualdad, Fraternidad. La Estética, como entonces, se rige por los imaginarios del deseo. Una forma de politeísmo surge, el laicismo y hasta los Persas (o sus herederos) nos respiran peligrosamente en la nuca; el conflicto es inevitable, ante un cambio de paradigma inminente.

La superstición que tanto consuelo dio al hombre primitivo, que lo ayudo a sobrevivir, tendrá que ceder su jerarquía en la mente humana… Y los Dioses serán lo que son…personales literarios que igual nos seguirán ofreciendo sus mitologías.